“Mi
trabajo consiste en provocar sonrisas
¿Eres
payaso? – Le pregunté
No,
soy dentista- dijo él”
En
el pasado post hablábamos del proceso de
autodescubrimiento, de ese primer momento de pararse y volver el foco
hacia uno mismo para iluminarnos desde dentro, y re-conocernos en lo que somos
de una manera honesta y valiente.
Después
de eso, y casi de un modo natural, surgen otras preguntas que nos van a ayudar
al desarrollo de nuestra estrategia de marca personal. En este punto todavía
estamos en la parte de "fábrica", allí donde se crea y toma forma lo que luego adquiere un valor en el mercado. En
el caso de la marca personal, vamos a seguir configurando lo que dotará de
sentido y propósito a nuestra marca, adquiriendo posteriormente un valor en la
mente y el corazón de los demás.
Tener
una misión es tener una idea de cual es
nuestra contribución al mundo, que hacemos para
mejorar en algo nuestra vida y la de los demás. La misión de
cada uno de nosotros debe ser coherente
con nuestros valores ya que de alguna manera, es la expresión de los mismos.
Pero,
¿qué tiene que ver esto de la misión, con la marca personal, y más aún con mi
trabajo? En mi opinión tiene mucho que ver, aunque no es necesario tenerla o
hacerla consciente para poder desempeñar un trabajo de un modo satisfactorio (para nuestros superiores o
clientes). Sin embargo, cuando descubres tu misión empiezas a ser capaz de
tomar conciencia de aspectos tan importantes como:
-
A que me quiero dedicar los próximos años
-
Qué valor le
doy a lo que estoy haciendo ahora
-
Cómo podría hacerlo mejor para que mi contribución
de mayores resultados
-
Qué sentido tiene lo que estoy haciendo
-
Qué cosas no quiero hacer...
La
misión nos hace asumir de un modo más profundo y personal nuestro lugar en el mundo. Al hacerlo, es como si las piezas de nuestro puzle empezaran
a encajar y pudiéramos tener una imagen clara de nuestra vida como un TODO, donde cada pieza ocupa su lugar y las que no,
dejan de tener cabida.
Creo
que en una estrategia de personal branding es conveniente dedicar tiempo a
descubrir nuestra misión. Las marcas personales fuertes tienen claro cuál es el
auténtico valor que pueden ofrecer a los demás.
Algunas
preguntas que pueden ayudarte a descubrirla son:
¿Por qué haces
lo que haces?, ¿se te ocurre alguna forma de qué el mundo sea mejor gracias a
ti? ¿Cuál es tu contribución? , ¿Qué
quieres hacer en esta vida?, ¿Qué cosas de las que haces le dan sentido a tu
vida?
Como
dice, Andrés Pérez Ortega, “sin una misión clara, nuestra vida va pasando y apenas
la rozamos”.
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