"¿Qué pasa si no hago nada por mi marca personal?
- Nada - dije yo - no va a pasar nada.
¿y qué pasa si me decido a desarrollar mi marca?
- Que van a empezar a pasar muchas cosas...
Algo parecido a esta conversación ocurrió con alguien con quien compartí un café ayer domingo por la tarde, me lanzó esta pregunta
después de explicarle con mi habitual vehemencia que era conveniente que empezara a trabajar su
propia marca. Se por su mirada que no
estaba convencido de nada, y esta pregunta, con tono irónico me obligó (y
así debía ser) a ponerme en el lugar del “otro”, a cambiar
el foco y no ponerlo en mí sino
sobre ese alguien que como si de un cliente se tratase quería sabe para qué le
sirve eso que le estoy “vendiendo”. La
pregunta está más que justificada y
quiero compartir aquí la(s) respuesta(s) que le dí.
Pues
bien, lo primero es preciso aclarar dos conceptos tal y como yo los interpreto:
La
marca es en realidad una consecuencia de haber realizado un trabajo consciente
por dejar un determinado recuerdo, rastro, impresión o huella en los demás. Es
fruto de nuestras interacciones (reales y/o virtuales) con otras personas.
El
branding personal (los términos acabados en –ing en inglés siempre hacen
referencia a acciones) es el proceso estratégico para transmitir de un modo
consciente y deliberado nuestra identidad profesional y nuestro valor
diferencial a los demás.
A
partir de aquí, 10 utilidades (hay muchas más)
que nos ofrece el branding personal, y como consecuencia, llegar a ser profesionales con marca propia:
-
Te
permite identificar tu verdadera
esencia, a partir de la cual, puedes construir tus señas de identidad
profesional. Esa combinación de atributos, conocimientos, experiencias, talentos, motivaciones, pasiones… que te hacen
único y distinto.
-
A
partir del punto anterior, puedes descubrir tus fortalezas y trabajar a partir
de ellas tu desarrollo profesional y tu
oferta comercial valiosa y relevante
(resuelves algo para alguien que así lo
valora)
-
Tomarás
conciencia de que tu desarrollo profesional te
compete a ti, sólo a ti, y que al tomar las riendas de tu vida
profesional eres responsable pero a la vez libre de elegir tu camino.
-
Integrarás
el resto de las facetas de tu vida en un todo coherente, considerando aspectos
como tu situación laboral actual, tu estilo de vida preferido, conciliación con el resto de las áreas
vitales, sentido de contribución, misión
y visión personal del mundo.
-
No
buscarás la estabilidad, sino que trabajarás por mantener o mejorar tu empleabilidad, es decir, la capacidad de seguir siendo
valioso y relevante en cada una de las etapas profesionales por las que vayas
transitando.
-
La
marca personal te sirve para que seas
recordado, considerado, conocido y reconocido por un grupo de personas (llámese
clientes, amigos, colaboradores, tribu, seguidores, contactos…) que están
dispuestos a contar contigo y establecer alianzas y colaboraciones profesionales beneficiosas y rentables.
-
La
marca personal te sirve para comunicar
mejor quien eres y lo que ofreces (la marca es información comprimida, “que
piensa y que siente la gente cuando escucha tu nombre”). En un entorno
sobrecargado de información y con más oferta que demanda, la marca nos permite
ser identificados y reconocidos con poca información adicional (algo así como”…si, ya se
quien es”).
-
Tu
marca personal te servirá para generar credibilidad (“sé lo que puedes hacer”)
y confianza (“sé que cumplirás lo que prometes”). Generarla requiere trabajo y
esfuerzo pero es el vínculo más poderoso que podemos establecer con los demás.
-
La
marca personal te servirá para tener una identidad profesional propia diferente
de la marca o firma corporativa con la que colabores en un determinado momento.
Por tanto, como ya no hay empresas que te contraten para toda la vida,
cuando finalices un proyecto seguirás siendo reconocido en el mercado y no
serás un profesional indiferenciado más
en búsqueda de “trabajo”.
-
Creo
que el grado máximo al que puedes llegar desarrollando tu marca personal, no es
ya a ser tenidos en cuenta, ser relevantes o elegidos, sino el poder
ELEGIR como, con quien, que, y en que entorno o contexto queremos seguir
desarrollando nuestra vida profesional.