“Lo esencial es invisible a los ojos… quizá porque
es un trabajo interior, desde ese lugar dónde reside nuestra esencia”
Últimamente
he podido conversar en torno al concepto
de marca personal con muchas personas, y como siempre, sigo siendo una
asidua lectora de cuantos artículos, noticias y publicaciones al respecto
llegan a mis manos y a mis ojos.
En ambos casos, conversaciones y lecturas, he observado una tendencia a
identificar la marca personal con el
marketing, la imagen, la comunicación, la proyección… de la misma. En resumen,
con la parte más visible de la marca. Es
cierto, que todo lo enumerado anteriormente es importante, pues es la forma de dar a conocer nuestra
identidad profesional y nuestro producto o servicio a nuestro público objetivo.
Sin embargo, esa es la parte final de
una correcta estrategia de branding personal. El trabajo de “fábrica”, la “trastienda”,
el “banco de pruebas”… son etapas previas que si tienden a obviarse dan como
resultado “envases sin contenido”, marcas personales superfluas, personajes que
no personas, vendedores de humo y mucha frustración en el corto plazo.
Por eso es muy importante hablar de las RAÍCES de la MARCA PERSONAL. Es el punto
de partida, si de verdad esperamos lograr frutos de calidad que sean capaces de
“alimentar” y dar “sustento”.
Echar raíces
es el proceso de AUTOCONOCIMIENTO a través de la REFLEXIÓN,
la OBSERVACIÓN y la toma de CONCIENCIA sobre las respuestas a las grandes preguntas:
¿Quién
soy?, ¿Qué quiero?, ¿Qué puedo ofrecer?, ¿Cuál es mi contribución?, ¿Cuál puede
ser mi aportación singular y valiosa?, ¿Cómo deseo posicionarme profesionalmente?...
Lo
cierto es que responder a estas
preguntas no es fácil, requiere tiempo y esfuerzo, pero es inevitable
hacerlo si de verdad quieres dejar esa
MARCA o HUELLA que te diferencie y a
través de la cual puedas desarrollar una carrera profesional satisfactoria,
plena y exitosa para ti.
Cuando
empiezas a encontrar las respuestas, asumes con firmeza lo que eres, tu
misión, tu visión y los valores que te definen, habrás recorrido el trecho más importante
del camino, habrás plantado tu semilla, que
con buen abono y cuidado diarios empezará a echar raíces… Muy pronto el resultado empezará a hacerse visible y, entonces
sólo entonces, tendrá sentido que ofrezcas el RESULTADO obtenido a través de todos los medios disponibles a tu
alcance. A partir de ahora, sí podemos hablar de marketing, comunicación y visibilidad de
tu marca personal.
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