domingo, 13 de octubre de 2013

LAS RAÍCES DE LA MARCA PERSONAL

“Lo esencial es invisible a los ojos… quizá porque es un trabajo interior, desde ese lugar dónde reside nuestra esencia”

Últimamente he podido conversar en torno al concepto  de marca personal con muchas personas, y como siempre, sigo siendo una asidua lectora de cuantos artículos, noticias y publicaciones al respecto llegan a mis manos  y a mis ojos.

En ambos casos, conversaciones y  lecturas, he observado una tendencia a identificar  la marca personal con el marketing, la imagen, la comunicación, la proyección… de la misma. En resumen, con la parte más visible de la marca.  Es cierto, que todo lo enumerado anteriormente es importante, pues  es la forma de dar a conocer nuestra identidad profesional y nuestro producto o servicio a nuestro público objetivo.  Sin embargo, esa es la parte final de una correcta estrategia de branding personal. El trabajo de “fábrica”, la “trastienda”, el “banco de pruebas”… son etapas previas que si tienden a obviarse dan como resultado “envases sin contenido”, marcas personales superfluas, personajes que no personas, vendedores de humo y mucha frustración en el corto plazo.

Por eso es muy importante hablar de las RAÍCES de la MARCA PERSONAL. Es  el punto de partida, si de verdad esperamos lograr frutos de calidad que sean capaces de “alimentar” y dar “sustento”.


Echar raíces  es el proceso de AUTOCONOCIMIENTO a través de la REFLEXIÓN, la OBSERVACIÓN  y la toma de CONCIENCIA sobre  las respuestas a las grandes preguntas:

¿Quién soy?, ¿Qué quiero?, ¿Qué puedo ofrecer?, ¿Cuál es mi contribución?, ¿Cuál puede ser mi aportación singular y valiosa?, ¿Cómo deseo posicionarme profesionalmente?...

Lo cierto es que responder a estas  preguntas no es fácil, requiere tiempo y esfuerzo, pero es inevitable hacerlo si de verdad quieres  dejar esa MARCA o HUELLA que te diferencie  y a través de la cual puedas desarrollar una carrera profesional satisfactoria, plena y exitosa para ti.

Cuando  empiezas a encontrar las respuestas, asumes con firmeza lo que eres, tu misión, tu visión y los valores que te definen, habrás  recorrido el trecho más importante del camino, habrás   plantado tu semilla, que con buen abono y cuidado diarios empezará a echar raíces… Muy pronto el resultado  empezará a hacerse visible y,  entonces  sólo entonces, tendrá sentido que ofrezcas el RESULTADO   obtenido a través de todos los medios disponibles a tu alcance. A partir de ahora, sí podemos hablar de marketing, comunicación y visibilidad de tu marca  personal.


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