“En
la mayoría de las interacciones sociales las palabras preceden a los actos. Por
tanto son la carta de presentación y la garantía de tu MARCA PERSONAL, así que
NO FALTES A TU PALABRA”
Palabras,
palabras y más palabras… el día se inunda de palabras, de ideas y reflexiones
expresadas verbalmente, de intenciones, de promesas y de desafíos, de elogios y
de críticas, de verdades, de realidades, de sueños y proyectos que se expresan desde nuestra garganta…PARA PRODUCIR UN EFECTO EN
EL OTRO, consciente o inconscientemente.
No
es cierto!, las palabras no se las lleva el
viento, a menudo quedan clavadas en las mentes y en los corazones de
quienes nos escuchan, porque las palabras
nos traspasan, nos conmueven, nos emocionan positiva o negativamente. Sólo
porque nos escuchan ya deberíamos “medir” mejor aquello que decimos.
La
MARCA PERSONAL se comunica y expresa en
muchos casos a través de la palabra. Como antesala de lo que hacemos, nos
sirven para expresar nuestra propuesta de VALOR, para llegar al corazón y mente
del otro y, sólo después, los hechos que corroboren nuestras palabras harán que
además seamos dignos de ser recordados, y tal vez, amados.
En
el último curso de marca personal alguien preguntó, ¿y cómo puedo
diferenciarme?, ¿hacer algo distinto a
lo que ofrecen otros?... le contesté, “No
incumplas tus promesas, no faltes a la palabra
dada” No todo el mundo lo hace, tal
vez despreocupados por esa idea de que las palabras no tienen tanto valor, se
olvidan..., o porque podemos justificar nuestra incoherencia con un sinfín de
pretextos y excusas. Lo cierto es que en
ocasiones pueden darse circunstancias que nos impidan cumplir un compromiso
hecho a alguien, pero entonces, una vez más serán las palabras las que deberán “dar la cara” y explicar cómo
vamos a resarcir al otro por nuestra incapacidad para cumplir la promesa, como
vamos a hacer más extensa nuestra “garantía” de marca.
Si
te diferencias por “hacer lo que has dicho que vas a hacer” se asociará a tu marca una de las emociones
más poderosas que podemos generar en los
demás: LA CONFIANZA.
Ahora, podrías responder a la pregunta: ¿pueden confiar en mí?
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